4.12.13

Oda y otros textos, por Omar Requena Medina






Oda a la muerte de un comandante

También yo vi a los mejores cerebros-mierda de mi generación
Destruidos por su locura ideológica
Famélicos, histéricos, desnudos bajo una nutrida lluvia de balas
Suplicando llorosos, espantosamente hartos
Y aun así con el chiste a flor de labios
Huyendo felices de sí mismos
Dando vivas u odiando a una revolución
Que les llegó como ladrón en la noche
Mientras el país
Ese país
Aquél país
El ex país
Descendía veloz a los infiernos y
Rompía las tablas del fondo para seguir triunfante
En su caída

Cerebros afiebrados, insomnes
Arrastrándose con indignación
O con indiferencia por vericuetos virtuales
Hasta el amanecer
Ciber ángeles del odio llamando con amor a la guerra de todos
Contra todos
En nombre de la Patria, de la banalidad del Bien
Franelas rojo-sangre que secaban rápidamente al sol
Homicida del trópico
Filas de muertos en imperfecto orden civil
Yendo a votar obedientes después del toque de diana

Yo pude ver al hombre nuevo: sacaba de su chistera de mago
Sueños e ilusiones de modernidad
Lo vi arrojar al aire monedas de oro que jamás tocaron el suelo
Lo vi revelar una vieja ficción devenida ficción
Como verdad histórica
Ofrecer riquezas que eran el botín de la selecta
Minoría que, hundida hasta las rodillas en ríos de
Whisky dieciocho años, brindaba entre burlas
Por el caballito blanco de Simón Bolívar

Oh, tanqueta-falo forzando el virgo del palacio presidencial
En vivo y directo
Oh, Orishas del G-2  echándonos los caracoles
Profetizando sólo el pasado

Mi Comandante eterno
Muerto
Invencible
Redivivo
Ruega por todos nosotros, ahora y en la hora de nuestro exilio
De los que se van y no vuelven
De los que se fueron y están perdidos
De los que jamás se fueron ni permanecieron
De los que se evaden, de los que olvidan
De los que cambiaron su primogenitura por un plato de consignas
De los que han muerto de muerte vulgar, cacofónica
De aquellos que nacen con una Glock bajo el brazo
Y una cruz de ceniza en la frente
De los ignorados, de los mansos
De los obcecados
De los implacables

Ruega por todos ellos, comandante, por tu ingenuo pueblo
Torpe
Homicida
Trastornado
Intransigente
Vendido
Atrabiliario
Indigno
Hijoeputiado
Y mil veces loco con la locura de lo irremediable

Con el frenesí de la cerrazón

Porque de tu mano hasta la tristeza siempre

Venceremos



Heaven

El cielo se tomaba por asalto
Pese  a su olor ubicuo
Nubes como algodón deshilachado
Ángeles de alambre a quienes
Doblábamos
La cerviz

Hasta que vino alguien
Y su idea
De clausurar
Ventanas
-Descascarar aquí
Pintar allá-

Cobrar entrada

Avergonzando
El dulce
Fuego
En que ardíamos

Fastidiándonos
La vida




Rue Sarduy

Ave fénix parisina, regodeada
En sus cenizas

Soplas la espuma del vaso
Y vuelan peces

Ideogramas del grueso de un cabello

Vuelves a soplar y es esa música
Entrañable puesta una y otra vez
Con el furor del cerveceo

Cuerpos enteros buscándose
Con esa otra hambre

Ceja rota
En el espejo del baño

Epifanías

Epífisis

Maitreya



Rock latinoamericano

Mi país
Tan pródigo
Nos enseñó desde temprano
Al arte del cinismo
Así
Los años de las vacas gordas
Fueron visiones
De la fiebre
Y supimos
Que por alguna razón
E infinidad de veces
Dos más dos
Es igual
A tres




Eva

¿Qué podría saber Eva de la vida?
Yo digo árbol y ella ahí, ronroneando
Digo mantel y de un salto sube
Lo araña

A Eva, sin Adán, le importa un rábano
La Literatura
Mis autores favoritos
En orden alfabético
Mira, Eva, éste es Bukowsky, con be, un gato borracho,
Perdedor, entrañable
Éste es Cela, con ce, un gato castizo, monárquico
Éste es Nietzsche, con ene, el gato loco, francotirador que soñaba saltar desde el tejado
Más alto, igual a un Ícaro predestinado
Abrazando con ternura a los caballos y detestando a los hombres
Éste es Swift, con ese, Eva, un gato amargo, burlón, que sabía
Que la humanidad era una calamidad muy grande
O muy ínfima
O una calamidad grande, ínfima y repugnante a la vez
Y éste, finalmente, es Wilde, con doble ve, el gato dandy
Un gato esteta enamorado de otros gatos
Como tú

Pero Eva nada

Eva, que  llegó a la casa pesando menos de un kilo
Eva que aprendió a estrellarse contra la ventana a las dos de la mañana
Para invitarnos a jugar con ella
Eva, que no tiene idea de lo que será la patria
O de quién es Annie Lennox
Eva, que ni siquiera es mía, yo no la busqué
No la esperé nunca
Eva sin sus siete vidas completas, una quedó colgando
En el hierro del patio cuando casi se ahorca
La otra bajo el auto que la arrastró un diciembre
Convirtiéndola en un doloroso lienzo de tres colores
Con sangre
Partiendo su dulce mandíbula emo en dos

Si volviera a decir árbol, si dijera mantel
Ella de un salto subiría a  la mesa, ronroneando escandalosa
Musicalmente
Mirando fijo, y yo terminaría admitiendo que sé todavía menos que Eva de la vida.



Tanto monta

(Cantiga)

De querer se puede
Claro
Si se tiene

Ah, que se tenga
Y no se pueda

O que se pueda
Y no se tenga

Así nos digan
Que tenemos
Que podemos

Que se quiere
Y no es
Porque a veces
Tengamos

Es que no se quiere
Porque no se tiene
O no se puede

(O no se puede)

¿Y si alguna vez
Diera a todas luces
Lo mismo?

¿Qué ni tuviéramos
Ni quisiéramos
Ni pudiéramos?




Del diario secreto del Comandante

Una noche, el Comandante sentó a la Belleza en sus rodillas. Y la encontró rellena de botox. Aquellos pechos y esas nalgas abundantes, infladas por implantes de solución salina. Fue amargo. Y la injurió, pero todo era comedia. En secreto pagó con buenos billetes verdes su derecho a yacer con ella en mullido lecho, a escondidas de su feligresía que, afuera, antorchas y pancartas en mano, pedía a gritos la cabeza dorada del maniquí.




Omar Requena Medina, Noviembre de 2013.