29.4.08

Las infames cadenas del verso, por Juan Dos






La Nature est un temple où de vivants piliers
Laissent parfois sortir de confuses paroles;
L'homme y passe à travers de forêts de symboles
Qui l'observent avec des regards familiers.

Charles Baudelaire , Correspondances, Les fleurs du mal


El 18 de septiembre de 1886, el poeta griego de expresión francesa, Ioannis Papadiamantopoulos, más conocido como Jean Moréas (1856-1910), publica un artículo titulado "El simbolismo". Es ese mismo año el que elige Paul Valéry para fechar el origen del movimiento. Funciona, por un lado, como ajuste de cuentas con respecto a escuelas anteriores y como respuesta a la hostilidad de la crítica oficial y del gusto generalizado, y por el otro, igual de importante, opera como puesta en orden interna e intenta bosquejar ciertas definiciones en torno al fenómeno simbolista en sí. Entonces, dentro de la primer zona, Moreás observa la pérdida de fuerza y gracia románticas bajo un órden escéptico lleno de buen sentido, y tan caduco como manoseado. Reaccionando también ante las burlas de la prensa, la inquietud de los críticos y el malhumor del público sorprendido en su indolencia. Adjudica a Baudelaire la condición de precursor, y si bien no menciona a Poe, llama a Verlaine "emancipador de las cadenas infames del verso". Así, incluyendo a Mallarmé, define todo una genealogía. Por último describe los procedimientos de la nueva escuela y, contra el naturalismo, subraya que tanto las acciones de los hombres como los cuadros de la naturaleza apenas son "apariencias sensibles destinadas a representar afinidades esotéricas con las Ideas primordiales".